viernes, 11 de junio de 2010

Procesos de gestion de residuos

Existe un orden jerárquico a la hora de gestionar los residuos, y lo establece la Ley 10/1998 de 21 de abril, Este orden es el siguiente: Prevención y reducción de residuos>reutilización>Reciclado y recuperación>Valorización>Acumulación en vertederos.


Un aspecto importante es que la Ley deja como último recurso la acumulación de los residuos en el vertedero.

Para evitar confusiones os explico cada término:

Prevención y reducción: Se trata pues de intentar no generar productos que generen exceso de residuo o por lo menos que en la medida de lo posible no contengan sustancias peligrosas.

Reutilización: Pues el ejemplo más claro son las botellas retornables, que se vuelven a utilizar para el mismo fin con el que fueron creadas.

Valorización: Esto se realiza cuando no es posible ninguna de las opciones anteriores. Se trata de utilizar como fuente energética o como combustible, por ejemplo. Para que nos entendamos es lo que se realiza con los medicamentos que se recogen en el punto SIGRE, o con los aceites industriales. Hay muchos métodos de valorizar y vienen recogidos en la Orden MAM/304/2002 de 8 de febrero.

Vertedero: Espero no tener que explicarlos… ¿o sí? Pues va a ser que si porque es algo más que un lugar donde se tiran las cosas sin control.

De los vertederos, lo que cabe destacar es su gestión, y más aún el sistema de cada tipo de zona que compone un vertedero.

Los vertederos se caracterizan por tener varias capas, que pueden variar dependiendo de si los residuos que se van a acumular son peligrosos, no peligrosos o inertes. Pese a todo como normas generales todas tienen un sustrato base, que normalmente son suelos arcillosos, esta será la barrera natural del vertedero, y sobre la que se asientan las demás. Se le puede añadir en caso necesario una capa geo textil o geo sintética, prácticamente esto se hace en todos los casos, aunque no es necesario para los residuos inertes.

Los residuos inertes, dado su condición particular de ser mínimamente contaminantes, no suelen llevar la capa impermeabilizante artificial, ni es necesaria la de drenaje de gases ya que al no existir putrefacción ni ningún proceso biológico que genere gas, hace que sea superflua la utilización de una capa de drenaje de gases. La capa que sí que no ha de faltar es la de drenar lixiviados, ya que a través de los residuos inertes si puede pasar líquido, incluso acompañado durante el transporte, y ese líquido ha de ser tratado.

Los residuos no peligrosos, sí que han de tener las capas de lixiviados, por razones obvias, la artificial de base y la de gases, ya que si generan gases, muchos de ellos muy inflamables e incluso explosivos.

Los residuos peligrosos, tendrán que tener capa de impermeabilización artificial y capa de drenaje de lixiviados.

Tras el final de la vida útil del vertedero, óseo cuando se llena, es necesario reacondicionarlo para el uso de la superficie resultante. Siempre que un vertedero se clausure hay que tener en cuenta que ese suelo tiene que tener una utilidad además de ser seguro, por lo que para el sellado habrá que utilizar:

1. Una capa de regularización, que no es más que tierra preseleccionada.

2. Capa de impermeabilización, que puede ser arcillosa o de los mismos materiales textiles o sintéticos que la base.

3. Capa de drenaje de gases, para poder sacar los gases que puedan seguir produciéndose.

4. Capas de gravas y arena, también conocida como capa de infiltración, porque su misión consiste en evitar que las aguas de infiltración consigan llegar a la capa de impermeabilización y remuevan las tierras provocando hendiduras y socavones en las tierras que se sustentan sobre esta.

5. Tierra y plantación de flora, para proteger el terreno de la erosión.

Tras la clausura del vertedero habrá que realizar controles de las aguas, gases, lixiviados, mantenimiento de sellados, comprobaciones geológicas relacionadas con la estabilidad del terreno…



La incineración es otro recurso que está muy en uso, no tanto como el de uso de vertederos, pero sí que cada día mas comunidades se suman a esta iniciativa. El principal motivo es que mediante la incineración se reduce en gran cantidad el volumen de los residuos, e incluso se puede recoger la energía calorífica y transformarla para su reutilización. Aproximadamente con la incineración se consigue reducir en un 90% el volumen de los residuos y algo menos el peso. Como contra tiene los gases y partículas que genera y que se emiten a la atmosfera, por eso existen en las instalaciones de incineración unos filtros que tratan de reducir al máximo posible, la evacuación de partículas perjudiciales para salud y medio ambiente.

La escoria y cenizas pueden tener dos salidas, bien ir al vertedero o bien reutilizarlas, que es lo ideal, por ejemplo en la construcción de carreteras o para edificación…

El mayor problema de la incineración es que desprende dioxinas y furanos, que son muy persistentes en los tejidos grasos de los animales (y los seres humanos) e incluso en dosis muy pequeñas traen grandes complicaciones. Pese a que hay establecido ciertos límites siempre, que se han de cumplir, siempre hay reacciones encontrá del implante de incineradoras ya que tienen muchos inconvenientes (opinión personal).

Por lo que la opción más deseable tanto desde el punto de vista medioambiental, como del de la salud, es la minimización de residuos a generar, la reutilización y el reciclado; en este orden.

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